Los Años Treinta fueron momentos de mucho glamour y así se reflejó en la moda. Las mujeres lucían elegantes y sofisticadas marcando su silueta femenina con trajes muy entallados.
Atrices de la talla de Marlene Dietrich o Greta Garbo marcaron estilo en la época.
El satén blanco refleja las líneas generales del estilo imperante; cintura y caderas marcados mediante un patronaje muy elaborado. La indumentaria femenina tiene una figura estilizada.
Hace 80 añosun vestido marcó a la sociedad estadounidense, consiguiendo vender en pocos días 500.000 clones en los grandes almacenes Macy´s ¿Queréis conocer su historia?
El vestido “Letty Lynton”
El cine y la modasiempre han estado relacionados, pero fue en los años 30 cuando el idilio alcanzó su punto álgido. Los grandes estudios de Hollywood se percataron de que si seguían las modas impuestas por París (entonces capital de la tendencias) cuando la película acababa sus largos procesos de montaje la ropa que mostraban ya lucía obsoleta. Por ello decidieron que ellos mismos impondrían sus propias modas. En aquel mundo sin bloggers, ni series de televisión ni toda esa sobreinformación modil con la que vivimos a día de hoy, el cine era la única inspiración para hombres y mujeres. Conocido es el caso de la película “Sucedió una noche” en la que los protagonistas dividen la habitación que comparten con una sábana para conservar el decoro, una sábana a la que llaman “El muro de Jericó”. En esta escena final Clark Gablese quita la camisa y deja su pecho al descubierto. Este hecho hizo que las ventas de camisetas interiores cayeran de forma estrepitosa en EEUU.
Clark Gable en “Sucedió una noche”
Para conseguir hazañas como esta los grandes estudios de Hollywood contrataron a importantes diseñadores con el objetivo de crear estilismos para soñar. La Metro Goldwyn Mayerfichó a Gilbert Adrian, un genio de la aguja que había pasado por las mejores escuelas de Nueva York y París. Adrian tenía tan solo 25 años cuando Cecil B. de Mille se fijó en sus dotes creativas, era 1928 y el genio creativo ya trabajaba como estilista para Rodolfo Valentino y su esposa.
Gilbert Adrian
Adrian fue el responsable del vestuario de mas de 200 películas y de las prendas icónicas que han marcado el destino de muchos de éstos largometrajes. Él creó la bata adornada con diamantes de Margarita Gautieren La Dama de las Camelias, los 4000 trajes de seda, terciopelo y encajes del siglo XVIII de María Antonieta, o el maravilloso vestido blanco que lució Katherine Hepburn en Historias de Filadelfia.
Diseño de Adrian para “Historias de Filadelfia”
Quizá su obra más recordada es el vestuario de El mago de Oz, sobre todo esos zapatos de rubíes con los que Dorothy caminaba sobre baldosas amarillas para regresar a casa. En la obra original eran plateados, pero al ser la primera película en color Adrian decidió que el rojo era el color perfecto, y acertó, convirtiendo los zapatos en un icono del cine mundial.
El vestido de Letty Lynton Pero su mayor obra, con la que alcanzó el éxito, es quizá una de las menos recordadas: el vestido de Letty Lynton, creado para la película del mismo nombre. Edith Head, la diseñadora de cine más famosa de la historia que trabajó para Paramount y Universal (esa que inspiró el personaje de “Los Increíbles” Edna Mode) aseguró que “Lynton era la película que más influencia había tenido en la historia del cine“.
La película estaba protagonizada por Joan Crawford. La actriz era extremadamente ancha de espaldas y Adrian se vio en la responsabilidad de disimular este “defecto”. Para ello creó un vestido en organdí de color blanco con enormes volantes en los hombros.
El diseño a día de hoy puede considerarse una horterada de esas que jamás nos pondríamos. Nada que ver con otros vestuarios de cine que siguen haciéndonos soñar. Quizá por este motivo ha sido más olvidado que el Givenchy de Desayuno con Diamanteso la boina de Faye Dunaway en Bonnie & Clyde, pero en 1932 triunfó más que ningún otro. Los almacenes Macy´s de Nueva York se dieron prisa en crear lo que hoy llamamos un clon y en pocos días vendieron medio millón de vestidos.
¿Por qué triunfó este vestido? Darle todo el mérito al vestido por si sólo sería un error, la prenda no habría gozado de tanto éxito si no siguiera las tendencias del momento. En 1932 los vestidos de color blanco habían alcanzado gran popularidad por varios motivos. El más importante fue la Gran Depresión. Tras el hundimiento económico los estudios de cine dictaron que las estrellas debían vestir de blanco para dar una imagen de esperanza y optimismo. Gracias a este color las actrices como Marlene Dietrich, Greta Garbo o la misma Joan Crawford parecían brillar cuando aparecían en pantalla.
Marlene Dietrich con un vestido blanco de Adrian
Al otro lado del atlántico la venerada Cocó Chaneldiseñó una línea de vestidos en este color, resultado de una anécdota que le sucedió visitando a un amigo enfermo cuando una señora le dijo que parecía más joven por vestir de blanco. Desde aquel día la diseñadora francesa aseguró que “Cuando las mujeres envejecen deben vestir de blanco, el blanco lo borra todo”
Joan Bennet vestida de “Chanel”
Por otra parte la ambición de los estudios por destacar en su diseño de vestuario hizo que grandes creadores como la misma Chanel o Elsa Schiaparellicolaboraran con determinados artistas o productores. Con Schiaparelli llegó el surrealismo a Hollywood y los hombros con hombreras fueron una de sus aportaciones más importantes.
Elsa Schiaparelli potenciaba los hombros en sus diseños
Influencia del vestido El vestido de Letty Lynton “inspiró” el vestuario de muchas películas de la misma época, en el mundo de la moda Madame Grés incluyó en sus diseños las mangas abullonadas y Balmain 30 años después las hizo renacer. Hace poco la revista Vanity Fair recordó la icónica prenda con esta fotografía a Mila Kunis.
Su estilo clásico, de líneas depuradas y cortes perfectos, le han ganado una reputación envidiable con la que ha conquistado a las más bellas y elegantes damas de la sociedad española. Sus vestidos no faltan en las grandes fiestas, donde hacen que quien los usa sea siempre protagonista.
MODA DE ALTA COSTURA
Moda de la que él es un claro ejemplo de creatividad y diseño y que todos debemos apoyar, dejando de lado las importaciones de países en los que la igualdad de la mujer y en definitiva los valores humanos brillan por su ausencia.
Alejandro para sus diseños se inspira en las necesidades de cada mujer y en el contexto del evento, de esta manera proporciona exclusividad aun en tallas especiales. Sus manos hacen que las telas se conviertan en esculturas, obras de arte que permanecerán en la memoria de todos los que hayan visto un vestido suyo en movimiento.
COLECCIONES
Alejandro de Miguel nos regala cada año muestras de su arte, en diferentes pases, ferias, videos y apariciones en TV, que abre a todas sus seguidoras y a quienes están involucrados con la moda en España.
Nacida en Chilleurs-aux-Bois, Loiret el 22 de Junio de 1876 y fallecida en París el 2 de marzo de 1975, la vida de Madame Vionnet es una vida dedicada al oficio de la Moda. Trabajó en dos de las grandes firmas francesas de finales del XIX, Soeurs Callot y Doucet, hasta que en 1912 abrió su propia casa de modas en la Rue Rivoli de París, la cual permaneció cerrada durante los años de la Primera Guerra Mundial y reabrió en 1918. Consiguió un enorme éxito en los años veinte, un éxito que culminó en 1923 cuando abrió sus nuevas instalaciones en la avenida Montaigne, hasta que en 1940 cerró definitivamente. Hace unos años, en 2008, Matteo Marzotto, adquirió la marca Vionnet con la idea de darle una nueva oportunidad respetando las señas de identidad de la marca original: elegancia, sofisticación y buen hacer.
Trabajadora incansable, Madeleine Vionnet dominó el arte de la moda y está considerada junto con Augustabernard como la gran conocedora de los secretos de la costura, una verdadera artesana de la tijera y de la aguja, con un concepto espacial y arquitectónico del cuerpo de la mujer único, el cual fue capaz de trasladar a los tejidos con los que trabajó. Nadie ha podido hacer lo que ella hizo con los diferentes materiales. Para ella cada material requería una investigación y un diseño diferente, en función de sus características. Sus grandes hits, el corte al bies (en diagonal) y el juego de drapeados inspirados en el mundo clásico, influyeron de modo definitivo en la moda de la época y en las décadas posteriores, entre otros en Madame Gres y John Galliano. Madame Vionnet creó vestidos en los que se conjugaba la elegancia y la feminidad sin renunciar a la libertad del cuerpo conseguida en los años 20, tras liberarse del corsé. Vionnet poseía un sentimiento clásico y veía el cuerpo como pura poesía y a ello supeditaba la línea y el color.
Vestido de inspiración griega, 1914. Getty Images
Vestido de Noche, 1929, Kyoto Costume Institute. Estuvo expuesto en España en el Museo del Traje, de mayo a septiembre de 2007, formando parte de la exposición temporal, Modachrome, El Color en la Historia de la Moda
La esencia de las creaciones de Vionnet fue captada en 1931 por el fotógrafo de Vogue George Hoyningen-Huene
Vestido de c.1930.
En el año 2009 el Museo de Artes Decorativas de París le dedicó una completa retrospectiva de piezas creadas entre 1912 y 1939
Vestido en seda y lamé, 1938. Perteneció a Wallis Simpson, Duquesa de Windsor y posiblemente lo prestó para la exposición Paris Openings, celebrada en 1940. Hoy en la Colección de Indumentaria del Metropolitan de Nueva York
Vestido de noche en gasa de seda, 1938
Para conocer a fondo el trabajo de Vionnet es imprescindible acercarse a la obra de Betty Kirke. Diseñadora, conservadora de textiles y escritora, Betty Kirke ha buceado en los diseños de Vionnet durante más de treinta años, examinando a fondo muchos trajes de la Colección Vionnet y de museos de todo el mundo. Fascinada por sus innovaciones técnicas llegó a reunirse con ella en el año 1974, justo un año antes de su muerte.
Muchos trajes habían sido cortados al bies y la gravedad se había encargado de hacer el resto, lo que planteaba una complejidad de patronaje importante. Mrs Kirke hizo una labor minuciosa al tratar de obtener las diferentes partes de los patrones de muchos trajes, lo que reveló, lo que ya se intuía, que Madame Vionnet era una maestra de la geometría, con creaciones sumamente originales. Toda esta investigación, con patrones incluidos, fue publicada en un libro que se ha convertido en un verdadero cuerpo teórico, de imprescindible conocimiento para quien esté interesado en tener una idea completa de la Historia de la moda, y que vio la luz por primera vez en 1991 en Tokio y que se reeditó posteriormente en 1998 en San Francisco por Chronicle Books.
La fama de Vionnet fue tal que sus contemporáneos no sólo la admiraban sino que observaban sus creaciones con devoción. Madame Vionnet estuvo en la cumbre de la moda hasta que alguien llamada Coco Chanel le arrebató ese primer puesto. Sin embargo, lo que nunca se le podrá arrebatar y que todavía permanece en las colecciones actuales de la marca es su elegancia y su buen hacer.